miércoles, 30 de noviembre de 2011

PAPELTAPIZ: Daniel Hernández



Ana D y Ana V. De la Serie: Mi mamá y yo. © Daniel Hernández



Mi Mamá y yo
Todo empieza en el cariño que Daniel siente por su Mamá. Se le ocurre rendir tributo a las madres retratándolas con sus hijas; el género lo mantiene en la mujer únicamente, no por exclusión sino como regalo a ellas, que tanto lo merecen.
El fotógrafo realiza un recorrido entre familias, edades, generaciones, creencias; inspirado en gran parte por el trabajo de Sally Mann y los retratos de familia de Ricardo Peña.
Las fotos las realiza en blanco y negro por ser ésta su tendencia y, decide darle importancia a esos lugares en los que desde hace años ellas estan y seguirán estando.
Daniel Hernández







PAPELTAPIZ: José Carlos Fernández



Sin título. De la Serie: Toni y Oli. © José Carlos Fernández



Toni y Oli

 Hace casi once años mis papas decidieron regresar y pasar buena parte de sus días en la tierra donde nacieron, España. Desde ese momento, se origina una dinámica de encuentros y reuniones familiares que suceden en diferentes lugares, tiempos y espacios.
Este cambio me conduce a ampliar y fortalecer aun más mis sentimientos hacia ellos, a observar y detallar con admiración como son consecuentes con sus principios y valores; El amor, la auntenticidad, la familia, la perseverancia, el respeto, la sana diversión, la sencillez, el trabajo…. Siendo estos los componentes de una brújula que indica el camino a recorrer.
Todo esto me motivó a desarrollar esta historia que lleva cinco años, conjugando el retrato y documentalismo fotográfico, con imágenes que le dan presente a una herencia.

José Carlos Fernández Gómez

Fotografías realizadas en película
Impresión Digital

lunes, 28 de noviembre de 2011

PAPELTAPIZ: Alexander López Carvajal




Ymarú. De la serie: Re-tratos. ©Alexander López Carvajal



RE-TRATO



El retrato supone un reacomodo dentro de un cuadro de lo que, muchas
veces, para su hacedor puede parecerse al reflejo mental que guarda de
quien retrata y que viene condicionado por la relación existente entre
las dos partes que lo conforman.



Con esta serie busco reflejar a personas, individuos desde un aspecto,
tal vez íntimo, en dónde el único trato con cada uno de ellos viene
dado por la manera en cómo asumen su desnudez, en cómo dejan que ese
espacio y momento íntimos se cuelen desde un sensor digital hasta
llegar al ojo del espectador.



Alexander López

PAPELTAPIZ: Marcel Isaac




Sin título. De la serie: Casa Hogar Doña Josefina. © Marcel Isaac


Casa Hogar Doña Josefina



Fue así como llegamos a la Casa Hogar Doña Josefina y descubrimos una serie de personas cuyas vidas discurren en un tiempo paralelo.

El mobiliario y la atmósfera de la Casa Hogar nos hace retroceder décadas enteras, llevándonos a un período en el que todo parecía ser más calmado, más lento, más sencillo. Casi flotando en ese ambiente se encuentran sus habitantes. Juguetones como infantes en el preescolar algunos, otros distantes y encerrados en sus propios pensamientos, las personas de Doña Josefina caminan cada vez más cerca de los pisos terracota, conversan entre ellos rodeados de muebles de pantry, y olvidan todo lo que son frente a incomprensibles programas televisivos que apenas alcanzan a ver en desvencijados aparatos blanco y negro. Rodeados de cosas que no les pertenecen, viven sus últimos años como si el tiempo también fuera algo que les han dado en concesión.

Esta serie de fotografías refleja un doble carácter evocativo: el de un espacio físico a todas luces anacrónico y el de unas miradas que buscan, casi con desespero, a ese otro que los lleve a la tan añorada época de sus vidas pasadas. La relación entre el lugar y sus ocupantes desvela la conspiración del tiempo y el espacio: la Casa Hogar Doña Josefina es para ellos un vago remedo de momentos de sus vidas pasadas, momentos que quedaron atrás.

PAPELTAPIZ: Óscar Lucien



Diego Rísquez. De la Serie: Cineastas Venezolanos. © Óscar Lucien.



¡Que salga bonito!

"Estoy convencido de que cualquier intento fotográfico para mostrar a la persona plena es una tontería. Sólo podemos mostrar, lo mejor que podamos, lo que la persona revela exteriormente. La persona interior rara vez se revela". (Arnold Newman)

En Septiembre de 2009, mientras transcurría la Asamblea General de Naciones Unidas, el fotógrafo londinense Platon instaló un pequeño estudio en el lobby del emblemático edificio de Nueva York para ejecutar su proyecto Portraits of Power, un portafolio sobre un centenar de líderes mundiales allí congregados. Entre las múltiples anécdotas que comenta Platon del trajín que significó colocar frente a su cámara a personajes tan singulares y controversiales como Ahmadinejad, Chávez, Gadaffi, Putin o al sin par Berlusconi, vale la pena destacar la petición del Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu: “make me look good”, que libérrimamente traducido al criollo podría ser: ¡Que salga bonito!
La solicitud de Netanyahu podría dar elementos para discutir sobre el retrato en términos de un acuerdo, de un trato, de un intercambio consensual entre fotógrafo y personaje retratado. Subrayo, no obstante, algo tan esencial como que una fotografía o, en más estricto sentido, una buena fotografía, no es (tan sólo) un  registro técnicamente impecable de la “realidad”, sino una construcción intelectual de esa realidad. La pregunta que se hace todo aquel que toma una cámara fotográfica en sus manos es cómo hacer una buena fotografía o, una vez que ha fotografiado un personaje, un paisaje, o un evento callejero, si su registro tiene calidad.
Si bien los aspectos técnicos tienen un papel significativo, lo esencial sigue siendo la mirada, la forma personal como vemos o construimos la realidad fotografiada. La petición de Netanyahu es también reveladora en ese sentido. Él sabe, o intuye, que su retrato no será una copia mecánica de su figura sino que lo que veremos en la foto será el resultado de la visión particular de ese fotógrafo, y por eso trata de establecer un acuerdo: “make me look good”.
En mi modesta escala, he avanzado el proyecto “Cineastas venezolanos”, consciente de esa relación de intercambio, la cual adquiere resonancias particulares en la medida que los retratados son profesionales en el ámbito de la construcción de imágenes, atento igualmente a la tensión que eso genera en la medida que deben ceder el control que usualmente dominan en un plató y, particularmente inspirado en la obra de Arnold Newman.
Óscar Lucien



PAPELTAPIZ: María Susana Himiob



Sin título. De la Serie: Stultitia Navis. Retratos en el Sanatorio San Marcos.©Maria Susana Himiob




El Grito

Ahora que me encuentro en medio del silencio, pido a Dios, el cual es el único que me escucha sin señalamientos, sin críticas, sin desprecio, mis gritos sordos, llenos de angustia y desolación.
Eso mismo desearía yo de “ti”, que me entendieras, que supieras ver dentro de mí. Me pregunto, qué pasaría entonces si te vieras en mi lugar? 
Auxilio, pido auxilio y clemencia ante mi ser cubierto de miserias.
Un chance, tan solo un chance, soy parte de ti, de esta sociedad que nos mantiene como escombros humanos, a los cuales no da oportunidad de nada.
Mi grito sordo desbordo a “ti” sociedad, para humanizarte y decirte que hoy soy yo y mañana puede tocarte a “ti”.
Nosotros los enfermos mentales no somos diferentes, tan solo somos especiales.

M.O.

PAPELTAPIZ: Luisa Himiob



Héctor Villalobos, Pintor de caballete. De la serie: Momentos Prestados. ©Luisa Himiob





Creadores de cultura…
 
Si la cultura, en su más amplia expresión, abarca la totalidad del quehacer humano y es la dinámica mediante la cual podemos medir nuestra evolución individual y colectiva, todos somos co-creadores, en mayor o menor medida, de esta herencia universal.
Este proyecto comienza con retratos de artistas de diferentes disciplinas, nacionalidades, edades y sexo. Algunos emergentes, otros consagrados. Más que fotografiarlos en la ejecución de su oficio, quise captar, en lo posible, aquellos momentos de reflexión e intimidad que tanto nutren nuestros espacios de silencio. Sin artilugios ni escenografías pre-concebidas las tomas fueron hechas en lugares que les son propios. No hay color ni exceso de contexto que nos distraiga; no hay lugar para las poses dirigidas. Sólo sus miradas como hilo conductor; manos que a veces nos dicen tanto o más; gestos que esconden o invitan a participar de su mundo interior.  
Es un proyecto “abierto en el tiempo”  que continuaré enriqueciendo a medida que mi camino se cruce con otros protagonistas de las artes y de la cultura en general -aquí y en otras latitudes- donde encuentre creadores de cultura  dispuestos a dejar caer su cara pública para mostrar, sin reparos, sus pasiones y emociones: orgullo, vulnerabilidad, ambición, sensibilidad, desafío, misterio… 
Aspiro a crear un espacio sin juicios; sólo un espacio para mirar y recibir. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

PAPELTAPIZ: Diana Nóbrega



Stephanie Pierre y Daniele Sarahi Duverseau. De la serie: El Haití Cristiano al oeste de Caracas. ©Diana Nóbrega






Un grupo de Haitianos Cristianos que emigró a Venezuela en busca de trabajo, exploró la posiblidad de afiliarse con la Iglesia Welesyana Norteamericana para establecer una sede en Caracas. Gracias al apoyo del Reverendo Daniel Pierre Ferdinand, de la Iglesia Welesyana de Brooklyn – Nueva York, se logró organizar oficialmente y fundar en el año 2002 una sede en Los Magallanes de Catia y otra en La Reforma de Puerto Ayacucho.
Con la ayuda de Louis Génor, un compañero de trabajo, puedo visitar cada Domingo la Iglesia Welesyana Central, ubicada en Los Magallanes de Catia, permitiéndome conocer  y retratar algunos miembros de esta comunidad. Estos retratos muestran como se engalanan para ir a orar a la Iglesia y encontrarse con Dios. 

PAPELTAPIZ: Karen Kaufman



Mi abuela Clara. ©Karen Kaufman


CLARA

Mi abuela Clara es la “cabeza de familia”. Como madre, abuela y bisabuela, siempre nos ha mantenido unidos y, entre otras muchas cosas y como es tradición, en cada celebración nos atiende y alimenta. Este retrato se lo hice el día de año nuevo por fecha hebrea, Rosh Hashaná o "cabeza del año", una fiesta en la que se hace una cena grande, se dicen rezos especiales y es costumbre comer alimentos que simbolizan dulzura, bendiciones y abundancia, como el pan casero (la Jalá) remojado en miel. Lo más importante para mí de este día es que se reúne toda la familia para comer juntos.
Decidí retratar a mi abuela para así recordar siempre, su honestidad, su sinceridad y su cariño, además porque ha sido mi modelo a seguir por su independencia y el respeto que tiene hacia otras personas. Retratarla ha sido una experiencia que he disfrutado muchísimo, el tiempo que he pasado con ella, -antes, durante y después del retrato-, me ha permitido conocerla mejor y compartir momentos y actividades de su día a día que estoy segura nunca hubiera podido hacerlo si no la estuviese retratando.

PAPELTAPIZ: Jenny Abreu Riera



El Rincón de los Hrgetic Sekulic. De la serie: El Compromiso. ©Jenny Abreu Riera





EL COMPROMISO


Para la realización de esta serie de retratos documenté, durante meses, la vida de parejas que han permanecido juntas por muchas décadas. En ese tiempo, me planteé descubrir seres humanos en su forma más genuina, dentro de sus entornos comunes o íntimos, y así desvelar lo que yacía en cada uno de ellos -como individuos y en conjunto- con la intención de capturar a través de mi cámara expresiones y gestos que reflejaran algo de esas relaciones que se han ido construyendo a través de los años. 
Antes de decidir dónde y cómo retratar a cada una de las parejas, escuché sus testimonios de vidas compartidas. Todas se revelaron como personas llenas de sabiduría, en quienes percibí una complicidad especial con su pareja y plena disposición para continuar cada día con el compromiso que habían asumido hace ya tanto tiempo. 
¿Es la verdadera amistad que llega después del amor o es el amor que convive inseparable con la amistad, en la aceptación de lo que se es cuando se sabe que se ha hecho lo mejor que se ha podido? 
Peter y Durda constituyen una unidad que se ha mantenido, no sólo por el afecto que los llevó a comprometerse, sino también por la voluntad y el hábito que les ha permitido continuar casados por 53 años, a pesar de los días en los cuales pudieron no gustarse mutuamente ni a sí mismos.
Mi proyecto de retrato continuará en torno a la búsqueda de la respuesta a la que para mí fue la pregunta inicial ¿Vivir en pareja asumiendo un compromiso de por vida constituye una opción de vida? 
Para Peter y Durda pareciera que sí.

jueves, 24 de noviembre de 2011

PAPELTAPIZ: Leonardo Azarak



Roselia Level. © Leonardo Azarak



TEXTO EXPO RETRATO


Don Juan, el Nagual tolteca que guió a Carlos Castaneda a través de su camino de conocimiento, le dijo una vez que todos teníamos un ser doble, pero que había que alimentarlo. Los brujos, u Hombres de Conocimiento como les decían en el México antiguo, lograban fundirse con el Intento. El Intento fue el nombre que le dieron a la inteligencia suprema del Universo. Don Juan decía que sus antepasados experimentaban la conciencia de Poder Personal de ser uno con la avasallante fuerza del cosmos, inteligente y vivo, que todo lo conforma y lo crea. Así alimentaban a su ser doble y podían hacer lo inimaginable.

Con siglos de práctica, y montones de técnicas, descubrieron potenciales dormidos en la naturaleza humana, mágica y sin límites, como la capacidad de “ver” las enfermedades y sus raíces, y así sanar a las personas; exploraron y aprendieron a utilizar el mundo espiritual a discreción; emprendieron viajes con la velocidad del pensamiento a otras dimensiones y planetas; y hasta desarrollaron la habilidad de transustanciar su cuerpo, convirtiéndose en animales o en manifestaciones de la naturaleza como el río o el viento siempre que lo requirieran.

Vivimos tiempos interesantes en el cosmos. La tradición Maya habla de un cambio planetario, de un despertar cósmico de la conciencia producto del cierre de un ciclo. Hoy en día, sin importar el camino,  hay muchos seres dobles entre nosotros, con potenciales infinitos que sólo encuentran explicación en la física cuántica. Hay personas con sensibilidades especiales, que han sentido que hay algo más allá, que saben que existe una matriz y que han podido desconectarse de las limitaciones de la mente, ha despertado del sueño. Sus maestros internos, como otras tradiciones modernas han descrito a los dobles, les hablan y les guían. Esta es una pequeña muestra de estos seres.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

PAPEL TAPIZ: Marianella Perrone



"La Burriquita". De la Serie: Los Pueblos de mi Infancia. © Marianella Perrone


Recorriendo dos pueblos de mi infancia, Barbacoas y San Sebastián de los Reyes en el Edo. Aragua, me encontré… una burriquita, tan representativa de nuestro folklore popular!!!, y a su lado una niña, “Yocelis”, rodeadas en esa especie de museo, de un sinfín de objetos  antiguos realmente sorprendentes,  una máquina de coser,  una de escribir, esos viejos radios , la computadora, los frascos de un boticario, y hasta dos urinarios. Dentro del armario, diplomas, una estampa religiosa y en la pared lo infaltable…, un retrato de Simón Díaz, orgullo de este  pueblo aragueño.

Siguiendo el camino, allí estaba en San Sebastián de los Reyes, la Sra  Carmen Vargas, en su casa adornada con un papel tapiz un tanto desgastado con el tiempo, sobria, segura, sentada orgullosa al lado de ese viejo televisor, al que adornaban sus santos y sus flores .

Por último, Marcos Azuaje, apoyado con su bastón entre esas dos sencillas camas que nos invitan a imaginarnos quienes harán uso de ellas, a su lado, ese imponente mueble de madera , que ya cualquiera de nosotros quisiera tener en su hogar, en las paredes, un cuadro del corazón de Jesús y retratos antiguos, muy antiguos, antepasados de quien?

PAPELTAPIZ: Hector Cavallaro



¨Retratos de Músicos de Orquesta¨. ©Hector Cavallaro



Retratos de Músicos de Orquesta:

La serie recopila retratos individuales de cada componente que conforma la orquesta.
Buscando mostrar una relación directa entre instrumento y retratado; siendo esta relación del tipo literal, o físico si se quiere, como también metafórica.
El músico como individuo y al mismo tiempo como parte de un todo, pues su entorno no se limita a las imágenes individuales, sino que también éstas, en conjunto, invitan a identificar la estructura de la orquesta, según el ángulo espectador.
Estos elementos quizá sirven de analogía para expresar que tanto en música, como fotografía y/o cualquier arte; los detalles a macro y micro escala, tácitos y ocultos; desde el más grande al más diminuto, son, en muchos casos, protagonistas .
Todos los retratos fueron realizados en los espacios del Conservatorio de música Emil Friedman, lugares que estuvieron presentes en mi niñez, adolescencia, y aún hoy en día.
    

  

martes, 22 de noviembre de 2011

PAPELTAPIZ: Carlos Arvelaiz



¨María José Márquez, Cúa km. 63¨. De la Serie: Cuánto Falta. © Carlos Arvelaiz


CUANTO FALTA
“Cuanto falta”, era la popular y constante frase que de niño le repetía a mi Papá durante las cinco horas de carretera, que hay entre Tucupido (el pueblo donde crecí) y Caracas (la ciudad donde viajábamos para cubrir las carencias rurales), durante ese trayecto contaba coches, los clasificaba por colores, marcas, modelos, y cualquier otro pasatiempo que sin correr el riesgo de marearme pudiese distraerme hasta llegar al destino. 
Ahora bien, realmente “cuanto falta” para llegar a Caracas, mi Papá siempre me decía, cuenta los pueblos que hay en el camino, Tucupido (el granero del Guárico), Valle de la Pascua (como la pascua no hay), Chaguaramas (la panadería del llano), El Sombrero (parada obligada a comer cotufas), Barbacoas (el pueblo de Simón y Joselo), Carmen de Cura (la mitad del camino y el lugar mas lejano al que había cabalgado mi abuelo), Camatagua (las antenas rastreadoras de satélite), San Casimiro (a bajarse para estirar las piernas) Cúa (Mamá siempre visitaba el Santuario de Betania), Charallave (ya casi llegamos) y finalmente Caracas.
Desde hace quince años recorro ese trayecto en sentido contrario, y sigo contando cada pueblo que atestigua mi recorrido, me muestra la transformación social y cultural de un país, me guía en cada kilometro, recordándome siempre “cuanto falta” para llegar a casa … a cualquiera de ellas, en Caracas o en Tucupido. 

PAPELTAPIZ: Gustavo Battistella



"Almacenes IR". De la serie: Las Acacias. © Gustavo Battistella. 



Desde su fundación esta urbanización se convirtió en hogar de muchos inmigrantes, que llegaron a nuestro país durante la primera mitad del siglo pasado con el propósito de comenzar una nueva vida. Todavía puede verse a más de uno por sus calles, manejando su local, el negocio familiar. Otros han tomado el relevo sin romper la tradición.

Se trata de un lugar con una historia poco conocida. Esto fue lo que me motivó a desarrollar un proyecto en el que, a través de sus propios vecinos, se refleje la identidad de esta zona caraqueña en la que nací y crecí; imágenes que muestren ciertos rasgos de este pintoresco sector anclado en medio de una agitada ciudad, cargada de matices e historias por contar.

Gustavo Battistella Balbi

PAPELTAPIZ: Isabel Arteaga




"Nadar o no Nadar". De la Serie: Cristina. © Isabel Arteaga. Fotografía Digital
                          







­Cristina:

No nos llamamos fotógrafos sin cuestionar lo que hacemos.
¿Soy retratista?
En éstas imágenes he intentado mostrar algunas actividades que Cristina realiza en su día a día a sus diez años de edad. Algunas le gustan, otras no.
Para esto me valgo de la cercanía que caracteriza la relación madre-hija para la realización de éstas imágenes.
Debo confesar que he estado directamente implicada en la manera de mostrarse ante la cámara, ha sido una complicidad, una camaradería constante.
Ella entiende perfectamente lo que quiero mostrar, está de acuerdo en esa imagen final.
¿Qué quería explorar?
Era más personal, realmente quería saber si era capaz de cumplir con la asignación de “retratar”.
¿Se cumplieron los objetivos?
No lo sé, lo que ahora tengo claro, es mi constante necesidad de fotografiarla.

jueves, 10 de noviembre de 2011

La Manipulación



Adriana y Ricardo. Boston 2004. Copia Platino y Paladio. 4x5.


Es el retrato una manipulación por parte del retratista. O es una colaboración entre retratado y retratista.   

Es posible que esta foto intente sugerir ambos. Aunque siempre queda la duda. Quien tiene el poder. Quien tiene el control. Son estas preguntas válidas o sin importancia para el resultado final. A quién le interesa. 

El retrato supone una pausa en la manera de como se aborda el hecho fotográfico. En esta pausa se supone que hay el tiempo suficiente para que todos los participantes estén conscientes de lo que están haciendo, de cuales son sus roles. Pero también hay tiempo para el engaño y los juegos de poder. Estos no quedan en la imagen fotografica, pero si en la consciencia de aquel que acciona el obturador. En dado caso la ética es un elemento personal que puede abordar el fotógrafo si ese es su interés. Si eso sucede hay limites que se dibujan y ciertas fronteras que nunca se deben cruzar. Cada quién es responsable de sus fotografías como de sus acciones. Y nunca se es infalible.