miércoles, 5 de junio de 2013

Los Laureles - Claroscuro






Ventana, Virgen, Flores. Neg. 4x5. El Paraíso, 2013.







Peldaños de una escalera. Neg. 4x5. El Paraíso, 2013







Vitrales de las Puertas de la Biblioteca. Neg. 4x5. El Paraíso, 2013.




   Por alguna razón siempre les he huido. O nunca me atrevo a hacerlos. Me inclino mas por la exposición donde haya información en casi todos sus rincones. El negro absoluto en mi escuela era considerado un error. Mi profesor de técnicas de blanco y negro nos enseño siempre a exponer para las sombras, esto aparentemente siempre lo interpreté como que tenía que tener detalle en las sombras y eso nunca fue lo que Brenton Hamilton me dijo. Un error de entendimiento como alumno que luego se convirtió en una manera constante de exponer las fotografías.
 
   Durante los últimos 2 años he estado trabajando en un proyecto que originariamente se titulaba Patrimonio Cultural. Ahora, prefiero llamarlo El Paraíso que es el lugar dónde las fotos han sido tomadas, sólo que ahora Patrimonio Cultural se ha quedado como uno de los capítulos dentro de una serie que ha continuado creciendo y avanzando con respecto a su punto de partida.
 
   En un proyecto de larga data es fácil repetirse y volver a hacer la misma fotografía una y otra vez. Una imagen en que su objeto y su composición son muy similares. Esto usualmente es una reiteración y ayuda al trabajo de interpretación y puede, a su vez funcionar a manera de diálogo comparativo entre estas imágenes. También se cae en el peligro de convertir la reiteración en monotonía. En clases cuando hablo de esto, lo menciono usualmente como muletillas de composición. Obviamente no estoy exento de ellas. Las cometo como cualquiera. Si el trabajo estuviera culminado simplemente las editaría fuera. Pero en el caso de que es un trabajo en proceso, tengo la necesidad de revisar y exigirme alguna variación. Es el caso de las 3 fotografías que muestro en esta entrada.
 
   Todas ellas lidian con un espacio negativo de completa y total oscuridad, sin detalle alguno. Y en dos de ellas me alejo considerablemente del peso de la representación, de esa cualidad descriptiva de la fotografía que genera fácilmente la ilusión de realidad. Estas dos maneras de componer y exponer no las había hecho antes de manera tan obvia en el proyecto y de ninguna manera simultáneas. Hacerlo significa un riesgo, la posibilidad de separarme demasiado de lo que ya he hecho y romper con la continuidad. En todo caso son el resultado de una búsqueda consciente en la última vez que visite la casa Los Laureles, donde actualmente funciona el colegio Teresiano del Paraíso en Caracas.
 
Para ese momento tenía muy presente el trabajo de la fotógrafa Luisa Lambri que pude ver por primera vez en un número de Blind Spot magazine. También acababa de leer un ensayo de John Szarkovski en donde se refiere a una de mis fotografías favoritas de Carleton Watkins, una foto de un árbol (strawberry tree) en donde su composición, dice Szarkovsky, es tan simple como la bandera del Japón y tan rica como un diccionario. Y la verdad es que la limpieza de composición en esa fotografía siempre tiene la facultad de aparecer una y otra vez en mis memorias mientras enfoco una imagen invertida en el vidrio esmerilado de mi 4x5. Hay una foto aquí que se me antoja que mezcla lo que acababa de ver de Luisa Lambri y esta foto del gran maestro Watkins... y si me pongo memorioso, incluiría en esta mezcla de referentes a James Turrel.

martes, 7 de mayo de 2013

18 años más tarde. Teleférico - El Ávila







Teleférico 1 (breve intento de líneas que no se tocan). Neg. 4x5. Galipán. 2013







La Sub-Estación. Neg 4x5. Galipán. 2013


Son como siempre muchas las memorias que esconden estos sitios. Para mí, hay unas cuantas personales.  Algunas ligadas a la fotografía, otras no. Mis primeros pasos en el quehacer fotográfico fueron en estos parajes de ruinas de un tiempo no tan lejano en un país proyectado que nunca fue y en el cual un miembro de mi familia tuvo el placer y la responsabilidad para bien y para mal de formar parte. 
La primera vez que fui, no fue a fotografiar yo directamente. En ese entonces ayudaba a mi hermano el fotógrafo en cuanto pudiera para que el hiciera sus ideas y proyectos de fotografía. Luis Alfonso junto con Roberto fueron los grandes responsables en que yo iniciase una carrera en la fotografía. Para ese entonces en que me vestía junto a otros amigos y amigas de ropas que conseguíamos en los closets de nuestros padres para un fashion shoot apocalíptico, todavía ni pensaba en dar inicio a crear espacios rectángulares y cuadrados a través de la cámara. Esa era la historia de mi hermano, no la mía.
Ahora unos 18 años más tarde estoy llevando a mis alumnos de clases de paisajismo a fotografiar estos parajes tan sencillamente seductores. Lo son en parte por la ruina, por una mezcla de romanticismo y nostalgia, porque nos recuerdan, milagrosamente, un poco de la historia de un país que no cultiva su memoria.
Siempre he vuelto al mismo lugar. Lo he vuelto a visitar por curiosidad y ahora, como ya dije, para dar clases. Y está última vez que fui, repitiendo por segunda vez con un grupo excepcional de estudiantes, fue la primera vez que salió la cámara y finalmente tomé

fotos del lugar. Nunca antes lo había hecho. 18 años más tarde. Agradecido a mi hermano, a mi profesor y a mis alumnos que me han llevado a repetir el camino.

lunes, 11 de marzo de 2013

TRES CON POCAS PALABRAS






Tragaluz 2. Neg. 4x5. El Paraíso, Caracas 2013.




Sala de Profesores. Neg. 4x5. El Paraíso, Caracas 2013.






El Tobo Amarillo. Neg. 4x5. El Paraíso, Caracas 2013.



    Este fin de semana durante el fin del curso de Proyecto que dicté junto a Carlos de Castro y Lisa Blackmore tuve el placer de ser testigo de algunos puntos de vista encontrados sobre la fotografía por parte del jurado presente que nos ayudaron de manera impecable a darle fin a un curso heterogéneo en los puntos de vista de los participantes y homogéneo en el éxito de los resultados individuales. La verdad es que nuestros alumnos se esforzaron por lograr un cuerpo de trabajo fotográfico propio y original, sin la necesidad de una tarea asignada para dar cuerpo a sus ideas. Yo como docente y como persona me encontré terriblemente contento de formar parte de esta experiencia. Ahora toca apoyar y darle salida y exposición a cada uno de estos trabajos fuera del contexto del curso.

    Entre los puntos de vista encontrados, escuché nuevamente las posiciones de si las fotos van mejor con palabras, que necesitan contexto o que son mejores cuando no necesitan contexto y aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Me gusta pensar que hay posibilidad y pertinencia para todo. No creo que sean excluyentes, supongo que hay algunas que las necesitan, otras que no. Cada quién con su estrategia. 

Muchas palabras, pocas palabras, sin palabras. Dependiendo de cómo lo veas, lo leas y lo entiendas, al derecho o al revés tu fotografía será mejor o peor. Seguramente también depende de que te vean, te lean  y te entiendan.

De estas ya lo saben. Tienen título, formato, locación y fecha. 







viernes, 8 de marzo de 2013

Los Laureles, Las Meninas y el Mejor Secreto Guardado



Tragaluz 1. Neg. 4x5. Caracas, El Paraíso. 2013


    He tenido suerte. Se han abierto más puertas para seguir fotografiando en el Paraíso. Esta vez gracias a la sugerencia de un amigo y la complicidad de otra amiga logramos entrar a la casa Los Laureles. Fue construida a finales del siglo XIX y habitada a principios del XX. Por lo menos eso entiendo. Era la residencia de los Arcaya. Hoy día es el Colegio Teresiano del Paraíso. Las Hermanas Teresianas, la Directora y las personas responsables del Colegio, hacen lo imposible por mantener esta joya.



  

Las Meninas y el Seniat. Neg. 4x5. Caracas, El Paraíso. 2013


    Estas imágenes son una muestra de la segunda visita que hicimos. La primera visita no tomamos fotos. Llevé las cámaras pero preferí conversar primero con la Hermana que nos estaba dando el acceso. Generar algo de confianza, explicar las razones de la curiosidad. Nos quedamos sentados frente a la recepción del Colegio. Hablamos, y luego nos fuimos sin fotos.

    Dos semanas más tarde regresamos. Ya con la ventaja de ir directamente al grano. Observar y fotografiar. Un proceso calmado, con paciencia y tiempo. De todas formas fueron 8 tomas en total en una tarde de trabajo. Unas 3 horas sin parar. Sólo con la 4x5.  Una buena tarde. 






El Mejor Secreto Guardado. Neg. 4x5. Caracas, El Paraíso. 2013



miércoles, 23 de enero de 2013

Album Familiar, chocolates también



Laura Aquilina con chocolate y gorro. Neg 4x5. Cerro catedral, Argentina. 2012


En relación con la publicación de ayer. Continúa. En esta no era el mal humor. Era la toalla a la cintura arrastrada por la cabaña. El cabello mojado sin peinar, el gorro de otras modas nevadas que perteneció a mi hermano Luis y que llevaba en una maleta con naftalina unos cuantos años. La coquetería de improvisto. La petición de un retrato. Puede que sí puede que no. Pero me tengo que vestir. Pero yo tengo que tomar fotos. Es verdad, la foto. Y entonces paciencia. El ritual de sacar la cámara, definir el espacio para el escenario fotográfico, dirección de pose, medición de luz, una vez mas la pose y por último, el ingrediente del bombón Rapanui de todos los días en la mano sobre la toalla derritiéndose lentamente mientras todo sucedía con simultaneidad y con ganas de ser comido por varios: principalmente la modelo en su estoicismo infantil, seguramente su padre insistentemente fotógrafo y si mal no recuerdo, su madre en las sombras. Por cierto, aquí hay un guiño a Almerissa. Sin la colaboración es muy difícil retratar.

martes, 22 de enero de 2013

ALBUM FAMILIAR, solo sonrisas



Laura en Pijamas con Osito. Neg. 4x5. Cerro Catedral, Argentina 2012



Recientemente comencé a dictar el curso de Retrato en Familia en el Taller de Roberto Mata. Tenía tiempo sin dictarlo. No mucha gente se inscribe, asi que lo doy con cierto tiempo de por medio. Lo cierto es que extrañaba dictar este curso en particular. Ayer, llegaron mis alumnos con las imágenes del primer ejercicio, fotografías que provenían de sus respectivos álbumes familiares, imágenes que evocan sus propias memorias o las de sus padres o las de sus abuelos. Fotos que les importaban a nivel personal. Alguien confeso haber llorado mientras hurgaba con curiosidad los álbumes que tenían sus padres. Otro que su padre se habia apropiado completamente del ejercicio y  no lo dejaba ver las fotos. En todo caso, hubo emociones fuera y dentro del salón de clases. 

Yo soy como el que mas disfruto, siempre me da mucho gusto y placer ver fotos viejas  que su única misión es pertenecer a un album de familia y dejar registro de alguna memoria mientras alguien recuerde.

En cualquier caso llegamos nuevamente a la conclusión que en principio, en el album familiar quedan censuradas las faltas de sonrisas, las fotos que allí se incluyen, son de momentos que aparentan ser felices y en mucho de los casos no dudo que lo sean. La cámara en un espacio privado sale para dejar registro supuesto de los buenos momentos que se viven juntos y únicamente estos, todos los demas quedan por fuera.  En muchos casos, estos últimos, los que quedan por fuera, los que no necesaria y expresamente tratan de representar la "felicidad" familiar son los que usualmente llaman la atención de la puntería de mi cámara. No necesito ser específico que hay detrás de ellos, rara vez la fotografía lo es. Solo puedo decir que a veces tengo la suerte que me dejan retratarlos, Adriana Josefina Patricia, Laura Aquilina y Sebastián Cayo son ampliamente generosos con mi hurgar visual. Mi cámara en mi casa a veces tiene un valor por encima de lo que esta ocurriendo y se puede tomar la foto. Quizás es una tonteria, pero me alegro que aunque esten malhumorados conmigo me dejen hacerlas. Es algo que no puedo dar por sentado y que debo estar agradecido.