Valla. Entre Apartaderos y Pico El Águila. Edo. Mérida. 2011. Neg. 4x5.
Quizás hay mucho que pudiera escribir. Quizás otro espectador distinto a mi y con habilidades y conocimientos críticos diferentes pudiera escribir unas palabras sobre la representación dentro de la representación. Posiblemente que es una foto de la redundancia. Una foto que recuerda a alguna de Stephen Shore. Vale.
Yo lo que veo es que a alguien le pareció que la mejor manera de cuidar a Mérida fue poniendo una Valla de M, contaminando visualmente una de las carreteras que más disfruto en este país. Donde pudiéramos estar viendo frailejones y siluetas de montañas con nubes, nos dieron el gusto de poder apreciar: metal, diseño y propaganda política además del ya citado paisaje andino. Seguro que alguien está cuidando a Mérida.
Horrendo el diseño, el egocentrismo, la ubicación. Horrenda hasta la tristeza...
ResponderEliminar¿cómo lo llamaríamos? ¿el horrorismo?
ResponderEliminarGaby, divertida tu...
ResponderEliminarEl horrorismo es perfecto
Lo siniestro es que la valla, de alguna manera, promueve una Mérida habitada, urbana, llena de luces, politizada, contaminada, mientras que la naturaleza, sabia, le enseña sin gritar, que es mejor "al natural".
ResponderEliminarEl muerto tiene doliente. Y cómo. Es de las cosas más desgarradoras que le han hecho a ese paisaje. Es, efectivamente, un «horrorismo».
ResponderEliminarMenos mal el paisaje es amplio, inmenso... y no podrán tapizarlo con esa ¿estética?. Menos mal abunda el rojo cargado de magenta, que se desvanecerá lentamente. No tan rápido como ocurriría en la costa bajo un sol inclemente, pero desaparecerá y quedará el esqueleto de la valla para recordarnos, como una cicatriz, que estas heridas no pueden repetirse.
«¡Cuídala!» dicen. En horrorosa conjugación y abandono de responsabilidades.
Mauricio lo dice perfecto: siniestro.
Ay.
Me gusta el nombre. Me hace gracia.
ResponderEliminarVeo una imagen cargada de ironía. ¿Será posible que estoy viendo esto? ¿De verdad? ¡Es tan surreal! Pero no, es tan real como el fotógrafo que la hizo.
Me pregunto si, como dijo Laura, luego de que se desvanezca el rojo cargado de magenta, el paisaje volverá a ser, en definitiva, lo que siempre fue y ha debido ser... Menos contaminado y mucho menos horrendo. And I wonder... (8)