lunes, 27 de agosto de 2018

Un baño, el baño, todos los baños


Un baño, el baño, todos los baños









        La medida estética de algunas fotografías es el recordarlas, esas que dejan una huella indeleble en el paladar visual. Y en otras fotografía son las memorias que pueden evocar. Memorias directamente relacionadas con la experiencia de haberla tomado o memorias que se pueden evocar al verlas.

Este baño lo viví, en su momento, solo como fotógrafo. Ahora como espectador. Ser espectador de estas fotografías pasa primero por ser editor, y como editor tengo el gusto de dedicarles tiempo. El promedio de horas que paso limpiando una fotografía de los agentes contaminantes propios del escaneo es alrededor de unas 5 horas. Este negativo en particular me tomo 9. Es un tiempo casi meditativo lleno de acciones repetitivas, observando cuidadosamente para erradicar todos estos elementos extraños al negativo, un tiempo en el que la mente divaga e imagina. 


Las llaves de paso de este lavamano están identificadas con sus iniciales en castellano, “F” para agua fría y “C” para agua caliente. Recuerdo que en el baño de la tercera casa donde viví con mis padres, toda la albañilería era de marca american standard, estaba impreso en la bañera, en la poceta, en el lavamanos, deben haber sido durante muchos años las dos palabras que mas leí en inglés, american standard leía una y otra vez múltiples veces durante todos los días, al cepillarme los dientes con pasta dental crest y cepillo oral b #25, al bañarme en la bañera con champú johnsons para niños y jabón camay (casi todo muy procter and gamble), cuando orinaba y miraba de frente a la poceta, aunque creo que esto fue después ya que durante muchos años orinaba sentado como supuestamente hacían los mas civilizados suizos, y así evitaban ese problema de higiene causado por una posible mala puntería al hacerlo de pie, cuentos de carretera de áquella época. Mi baño era azul, un azul claro con muebles de fórmica matte.  Baldosas en las paredes en azul celeste. En algo similar a este aunque separados en su construcción por unos 60 años de historia por lo menos. Recuerdo que los grifos de la bañera también tenían impresos las letras para informarte cual era la temperatura del agua a la que correspondían y he allí donde está la confluencia de la memoria. Las letras eran la “C” y la “H”.  Para ese momento no hablaba inglés y siempre me causaba incongruencia la “C” que era de Caliente y salía fría y la “H” que no sabía que significaba y salía caliente. Bendito el día que me enteré finalmente que las iniciales correspondían a Hot and Cold. Igualmente nunca supe superar el escollo y esas llaves cuando las veía con su C y su H siempre me causaban un conflicto de significados entre lo que podían representar y la realidad de sus temperaturas. Conflicto entre la lengua materna y la otra lengua aprendida. “C” ha debido ser caliente como en esta foto. Y aquí conseguí la “F” que siempre necesitaba. Nimio detalle, un punctum Barthiano que personaliza la experiencia. Un baño, todos los baños, el baño. 

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