lunes, 27 de junio de 2011



Laura Aquilina, de cortejo. Caracas, 2011.

Uno de los retratos más sencillos que he hecho de mi hija y uno de los que más me gusta. La ausencia de referencias temporales y su austera seriedad con que confronta a la cámara del padre son de un cáracter firme. Fue el último de una serie de retratos ese día por el motivo de formar parte del cortejo del matrimonio de su prima mayor. Al final de la jornada matrimonial resulto que se quedó dormida toda la misa con su vestimenta de personaje de rito religioso. Luego muestro otras fotos

1 comentario:

  1. Podría mirar por mucho tiempo, la delicadísima línea dibujada por el contorno de su brazo derecho. Es maravillosa.

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